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N-Acetil Glutamina (NAG) 600mg - 100 cápsulas

N-Acetil Glutamina (NAG) 600mg - 100 cápsulas

La N-acetil glutamina es una forma estabilizada de la glutamina, diseñada para resistir la degradación en el tracto digestivo y favorecer una mejor absorción. Su estructura permite una liberación más sostenida, lo que la convierte en una opción útil para el soporte del epitelio intestinal, la recuperación muscular y el equilibrio del sistema inmunológico. Esta versión es especialmente valorada en contextos donde se requiere preservar la integridad de la mucosa intestinal, como en protocolos de permeabilidad intestinal o estrés físico elevado. También puede contribuir a mantener la síntesis de proteínas y el balance nitrogenado en estados catabólicos. Ideal para quienes buscan un aporte de glutamina más eficiente y estable.

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Diferencias entre N-acetil glutamina (NAG) y la L-glutamina convencional

La N-acetil glutamina (NAG) y la L-glutamina libre son dos formas distintas del mismo aminoácido, pero presentan diferencias importantes en cuanto a estabilidad, absorción, biodisponibilidad y aplicación terapéutica. A continuación te explico sus diferencias de forma clara y técnica:1. Estabilidad...

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La N-acetil glutamina (NAG) y la L-glutamina libre son dos formas distintas del mismo aminoácido, pero presentan diferencias importantes en cuanto a estabilidad, absorción, biodisponibilidad y aplicación terapéutica. A continuación te explico sus diferencias de forma clara y técnica:

1. Estabilidad química

La L-glutamina libre es altamente inestable en solución acuosa, especialmente a pH ácido o en presencia de calor. Se degrada con facilidad en el estómago y durante el almacenamiento, lo que reduce su eficacia.

En cambio, la N-acetil glutamina es mucho más estable químicamente, gracias a la adición del grupo acetilo. Esta modificación protege la molécula durante su paso por el tracto digestivo, evitando su descomposición prematura.

2. Absorción y biodisponibilidad

La L-glutamina libre es absorbida principalmente en el intestino delgado, pero una gran parte es utilizada de inmediato por los enterocitos como fuente de energía, y otra fracción es metabolizada en el hígado, lo que limita su disponibilidad sistémica.

La N-acetil glutamina es absorbida de forma más lenta y más resistente al metabolismo intestinal inmediato, permitiendo una liberación sostenida y una mejor llegada a tejidos periféricos. Esto resulta útil cuando se busca un efecto sistémico más prolongado y menos dependiente de la captación intestinal.

3. Aplicación terapéutica

La L-glutamina libre es útil en recuperación muscular rápida, soporte inmunológico agudo y en situaciones donde se requiere una absorción inmediata, como post-entrenamiento.

La N-acetil glutamina es preferida en protocolos intestinales (leaky gut), neurológicos o inmunomoduladores sostenidos, ya que garantiza una presencia prolongada y estable en sangre. También se usa cuando hay condiciones digestivas que podrían afectar la absorción de glutamina libre.

4. Tolerancia digestiva

Algunas personas reportan molestias digestivas al consumir altas dosis de L-glutamina libre, especialmente en polvo.

La N-acetil glutamina, al liberarse de forma más gradual, suele ser mejor tolerada, especialmente en protocolos prolongados o de alta sensibilidad intestinal.

5. Conversión a glutamina activa

La N-acetil glutamina no actúa directamente como glutamina libre, sino que es convertida en L-glutamina dentro del cuerpo por acción enzimática. Este paso metabólico la convierte en una fuente controlada y gradual del aminoácido, ideal para mantener niveles sostenidos sin picos bruscos.

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Reparación y mantenimiento de la barrera intestinal

La N-acetil glutamina actúa como un precursor eficiente para la regeneración del epitelio intestinal, especialmente en personas con permeabilidad intestinal aumentada (leaky gut). Al ser una fuente estable de glutamina, provee energía sostenida a los enterocitos, las células que recubren el tracto gastrointestinal y forman una barrera protectora entre el contenido intestinal y el sistema circulatorio. Esto reduce el paso de toxinas, alérgenos y bacterias hacia la sangre, ayudando a prevenir la inflamación sistémica. Su uso es clave en protocolos digestivos, disbiosis intestinal, enfermedad inflamatoria intestinal, sensibilidad alimentaria o como parte del soporte posterior a tratamientos antibióticos.

Soporte inmunológico sostenido

La N-acetil glutamina contribuye de manera directa al fortalecimiento del sistema inmune, especialmente en situaciones de inmunodepresión o estrés prolongado. La glutamina es un aminoácido crítico para la proliferación de linfocitos, la síntesis de citoquinas y la actividad fagocítica de los macrófagos. Esta forma acetilada permite una liberación más prolongada en el tiempo, asegurando un suministro constante de este nutriente a las células inmunitarias. Es particularmente útil en periodos de convalecencia, infecciones recurrentes, o en personas sometidas a estrés físico o mental crónico.

Apoyo en la recuperación muscular y prevención del catabolismo

La N-acetil glutamina ofrece una fuente estable de glutamina para los tejidos musculares, lo que resulta fundamental en etapas de recuperación después de actividad física intensa o en condiciones de desgaste muscular. Durante el ejercicio, las reservas de glutamina pueden disminuir de forma importante, afectando la capacidad del cuerpo para recuperarse. Esta forma permite mantener niveles estables de glutamina en sangre sin los picos rápidos que ofrece la glutamina libre, favoreciendo la síntesis proteica, la reducción del catabolismo y una recuperación más eficiente sin sobrecargar el sistema digestivo.

Regulación del equilibrio ácido-base y función renal

La glutamina participa en la regulación del pH corporal a través del transporte de amonio en los túbulos renales. La N-acetil glutamina, al convertirse lentamente en glutamina libre, permite un efecto regulador sostenido sobre el equilibrio ácido-base, ayudando a prevenir la acidosis metabólica leve en situaciones de estrés fisiológico. También contribuye al metabolismo del nitrógeno y la eliminación de productos nitrogenados, facilitando una función renal más eficiente, especialmente en personas con dietas altas en proteínas o en fases de desintoxicación.

Función neurológica y protección del sistema nervioso

La glutamina es precursora directa de neurotransmisores clave como el glutamato y el GABA (ácido gamma-aminobutírico), fundamentales para la función cerebral. La N-acetil glutamina proporciona una fuente más gradual y segura de glutamina que puede atravesar la barrera hematoencefálica y participar en el equilibrio entre excitación e inhibición neuronal. Este efecto estabilizador contribuye a mejorar la claridad mental, la memoria, el enfoque, y a reducir estados de ansiedad o fatiga mental, sin generar estimulación excesiva. También puede ser útil en casos de niebla mental asociada a permeabilidad intestinal, estrés oxidativo o disbiosis.

Mejora de la función hepática y detoxificación

La N-acetil glutamina favorece la síntesis de glutatión, uno de los antioxidantes más importantes del cuerpo y esencial para la detoxificación hepática. El hígado utiliza glutamina para neutralizar radicales libres y procesar toxinas ambientales, medicamentos y subproductos del metabolismo. Al proveer un suministro sostenido de glutamina, esta forma acetilada apoya los mecanismos de detoxificación de fase II, promoviendo la regeneración hepática y el equilibrio redox en personas con carga tóxica elevada, uso de fármacos o exposición a contaminantes.

Estabilidad metabólica durante el ayuno o estrés calórico

Durante periodos de ayuno, dieta hipocalórica o estados catabólicos como enfermedades crónicas o inflamatorias, las reservas de glutamina se agotan fácilmente. La N-acetil glutamina ayuda a preservar la masa muscular y a mantener la homeostasis metabólica en situaciones de estrés físico o nutricional. Su absorción lenta y constante permite mantener niveles séricos estables de glutamina sin requerir altas dosis ni interferir con la digestión, siendo una opción ideal en protocolos nutricionales avanzados o planes de ayuno intermitente.

Protección frente al estrés oxidativo y regeneración celular

Gracias a su papel como precursor del glutatión, la N-acetil glutamina ayuda a combatir el daño celular inducido por radicales libres, protegiendo lípidos, proteínas y ADN de la oxidación. Esto se traduce en un efecto citoprotector en tejidos sometidos a inflamación crónica, entrenamiento intenso, infecciones o toxicidad ambiental. Además, favorece los procesos de reparación tisular, manteniendo la integridad de tejidos intestinales, musculares, hepáticos y nerviosos.

Soporte en tratamientos oncológicos y enfermedades crónicas

En personas que reciben quimioterapia, radioterapia o tratamientos inmunosupresores, la mucosa intestinal y el sistema inmune suelen verse gravemente afectados. La N-acetil glutamina ha demostrado ser útil como apoyo en estos casos, al proteger el epitelio intestinal, reducir la pérdida muscular y preservar la función inmunológica. También puede ayudar a reducir la toxicidad colateral sin interferir con la acción de los tratamientos médicos, actuando como una herramienta de soporte metabólico y nutricional.

Apoyo en el tratamiento de afecciones digestivas crónicas

En enfermedades como el síndrome del intestino irritable (SII), colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn o disbiosis severa, la N-acetil glutamina actúa como regenerador intestinal y modulador del sistema inmunológico local. Al reforzar la barrera intestinal y reducir la inflamación, contribuye a mejorar síntomas como hinchazón, diarrea, dolor abdominal o intolerancias alimentarias. Su estabilidad y buena tolerancia la hacen especialmente útil en pacientes con intestinos sensibles o comprometidos.

Protección y regeneración del epitelio intestinal

La N-acetil glutamina ejerce una acción directa sobre el epitelio intestinal a través de su conversión lenta en glutamina libre, que es el principal sustrato energético de los enterocitos. Estos utilizan la glutamina como fuente preferente de energía para su replicación, diferenciación y mantenimiento de uniones estrechas (tight junctions), fundamentales para la integridad de la barrera intestinal. Al mantener un aporte estable y sostenido, la N-acetil glutamina evita el colapso energético de las células epiteliales bajo condiciones de estrés, inflamación o infección, reduciendo así la permeabilidad intestinal aumentada. Además, estimula la expresión de proteínas asociadas a la función barrera, como la occludina y la claudina-1, y disminuye la translocación de endotoxinas (LPS) al torrente sanguíneo, lo que contribuye a un menor estado inflamatorio sistémico.

Soporte inmunológico a través de la regulación de linfocitos y citoquinas

La N-acetil glutamina, al liberar glutamina de manera progresiva, proporciona un sustrato esencial para la proliferación de linfocitos T y B, así como para la diferenciación de monocitos en macrófagos activos. La glutamina es esencial para la síntesis de nucleótidos durante la mitosis de células inmunes y participa en la señalización de vías como mTOR, necesarias para la activación inmunológica. También modula la producción de citoquinas proinflamatorias como TNF-α, IL-6 e IL-1β, así como citoquinas antiinflamatorias como IL-10, actuando como regulador del balance inmunológico. Esta regulación bidireccional es especialmente relevante en entornos de inmunodeficiencia o inflamación crónica.

Estabilización del sistema nervioso central mediante la modulación de neurotransmisores

La N-acetil glutamina atraviesa la barrera hematoencefálica en parte, liberando glutamina que sirve como precursor directo de dos neurotransmisores clave: el glutamato (excitador) y el GABA (inhibidor). Este equilibrio entre excitación e inhibición es crucial para la función neurológica normal, el procesamiento cognitivo y la regulación del estado de ánimo. La glutamina también actúa como amortiguador de amonio en el cerebro, ayudando a prevenir la neurotoxicidad asociada a hiperamonemia. Adicionalmente, al modular la señalización glutamatérgica, puede reducir la sobreexcitación neuronal, favoreciendo estados de calma y enfoque mental, especialmente en condiciones de estrés crónico o inflamación neuroglial.

Participación en la síntesis de glutatión y defensa antioxidante intracelular

La N-acetil glutamina contribuye a la síntesis de glutatión al proveer glutamina como precursor del aminoácido glutamato, uno de los tres componentes del glutatión reducido (GSH). El GSH es el principal antioxidante intracelular encargado de neutralizar especies reactivas de oxígeno (ROS) y nitrógeno (RNS), así como de regenerar otros antioxidantes como la vitamina C y la E. Este mecanismo tiene especial relevancia en tejidos con alta carga oxidativa, como el hígado, los pulmones y los linfocitos activados. La N-acetil glutamina permite mantener una tasa constante de producción de glutatión en condiciones en las que la glutamina libre podría ser rápidamente metabolizada o degradada en el intestino o hígado.

Regulación del equilibrio ácido-base y excreción renal de amonio

En el riñón, la glutamina derivada de la N-acetil glutamina es desaminada para generar iones amonio (NH4+) y bicarbonato (HCO3−), en un proceso clave para la regulación del pH plasmático. Esta capacidad de generar bicarbonato permite contrarrestar la acidosis metabólica leve, especialmente durante el ejercicio intenso, dietas hiperproteicas o estados catabólicos. Además, la excreción urinaria de amonio permite la eliminación de protones sin pérdida de bicarbonato plasmático, lo que representa un mecanismo fisiológico eficiente de defensa frente a la acidificación sistémica. El uso de N-acetil glutamina permite sostener este proceso por más tiempo debido a su liberación gradual.

Modulación de la síntesis proteica y balance nitrogenado en tejido muscular

Durante situaciones de estrés fisiológico, enfermedad o ejercicio prolongado, los niveles de glutamina en plasma y músculo esquelético disminuyen, generando un desequilibrio en el balance nitrogenado y favoreciendo el catabolismo muscular. La N-acetil glutamina, al mantener niveles plasmáticos más estables que la glutamina libre, proporciona un flujo constante de nitrógeno disponible para la síntesis de nuevas proteínas, disminuyendo la degradación proteica inducida por cortisol y otras citoquinas catabólicas. También estimula la síntesis de proteínas musculares vía activación de mTOR, especialmente en combinación con otros aminoácidos como leucina, favoreciendo la recuperación y el mantenimiento de la masa muscular magra.

Protección hepática y soporte en procesos de detoxificación

La glutamina derivada de la N-acetil glutamina cumple múltiples funciones hepatoprotectoras, entre ellas la contribución a la síntesis de glutatión hepático, esencial para la neutralización de xenobióticos, radicales libres y subproductos tóxicos del metabolismo. Además, facilita el transporte de amonio hacia el ciclo de la urea, previniendo su acumulación en condiciones de sobrecarga nitrogenada o compromiso hepático. La glutamina también participa en la formación de nucleótidos necesarios para la regeneración de hepatocitos y en la modulación de la inflamación hepática mediante la reducción de la activación de NF-κB y la producción de citocinas proinflamatorias.

Preservación de la integridad celular durante el ayuno o restricción calórica

En estados de ayuno prolongado o dietas hipocalóricas, la N-acetil glutamina actúa como un reservorio funcional de nitrógeno y carbono que puede ser utilizado para mantener la homeostasis metabólica. A diferencia de la glutamina libre, que es rápidamente utilizada en los tejidos periféricos, la forma acetilada se libera de manera más lenta, permitiendo una disponibilidad prolongada para la gluconeogénesis hepática, la síntesis de proteínas esenciales y la prevención del catabolismo de estructuras tisulares. Este efecto es clave para la preservación de la masa muscular y la función inmunológica en condiciones de estrés metabólico.

Modulación del eje intestino-cerebro

La N-acetil glutamina participa indirectamente en la modulación del eje intestino-cerebro al mejorar la integridad de la barrera intestinal, reducir la inflamación sistémica de bajo grado y contribuir a la producción de neurotransmisores como GABA y glutamato. Su acción sobre la microbiota es más indirecta, pero al favorecer un entorno intestinal saludable, disminuye la liberación de endotoxinas y la activación microglial inducida por disbiosis, con beneficios potenciales en condiciones como ansiedad, depresión, niebla mental y deterioro cognitivo leve asociado a disfunción intestinal.

Reparación de la barrera intestinal y permeabilidad intestinal

Dosificación: comenzar con una dosis inicial de 1 cápsula diaria (600mg) durante los primeros 3 días para evaluar tolerancia. Luego aumentar a dosis terapéutica de 2 cápsulas al día (1.200mg), repartidas en dos tomas. En casos severos de permeabilidad intestinal, disbiosis crónica o enfermedad inflamatoria intestinal, puede utilizarse una dosis avanzada de 3 cápsulas al día (1.800mg) durante periodos cortos de 2 a 4 semanas.

Frecuencia de administración: tomar preferentemente en ayunas o al menos 1 hora antes de las comidas, especialmente la primera toma del día. Si se fracciona la dosis, la segunda cápsula puede tomarse antes de la cena. Evitar tomar junto con alimentos ricos en proteínas para no interferir con la absorción y transporte.

Duración total del ciclo: se recomienda un protocolo de 10 a 12 semanas continuas para regeneración intestinal sostenida. Luego puede mantenerse una dosis de 1 cápsula diaria como fase de mantenimiento por 4 semanas adicionales. Realizar pausas de 2 semanas antes de repetir el protocolo completo si es necesario.

Soporte inmunológico en periodos de estrés prolongado o convalecencia

Dosificación: dosis terapéutica de 2 cápsulas diarias (1.200mg), divididas en mañana y tarde. En personas inmunocomprometidas o en recuperación post-infecciosa, puede emplearse una dosis avanzada de 3 cápsulas al día (1.800mg) durante un periodo inicial de 2 semanas, seguido de la dosis terapéutica.

Frecuencia de administración: se recomienda tomar en ayunas o lejos de comidas pesadas, especialmente en la mañana y a media tarde. El fraccionamiento mejora la estabilidad de los niveles plasmáticos y optimiza su acción sobre linfocitos y macrófagos.

Duración total del ciclo: uso continuo durante 8 a 10 semanas. Puede mantenerse 1 cápsula diaria como refuerzo inmune durante cambios estacionales o en momentos de alta demanda inmunológica. Pausar 10 a 14 días antes de reiniciar el protocolo intensivo si es necesario.

Recuperación muscular y prevención del catabolismo

Dosificación: dosis inicial de 1 cápsula (600mg) post-entrenamiento durante los primeros 5 días. Luego aumentar a dosis terapéutica de 2 cápsulas al día (1.200mg), una en la mañana y otra tras la sesión de ejercicio. En contextos de pérdida muscular o entrenamiento de alta intensidad, puede utilizarse una dosis de 3 cápsulas diarias (1.800mg).

Frecuencia de administración: tomar la primera cápsula en ayunas y la segunda 30 a 45 minutos después del entrenamiento. Si se usan 3 cápsulas, distribuir la tercera entre comidas o antes de dormir. Se puede tomar con batidos de carbohidratos simples para facilitar el transporte al tejido muscular.

Duración total del ciclo: protocolo estándar de 6 a 8 semanas. Luego puede mantenerse 1 cápsula diaria como fase de soporte muscular. No se requieren pausas prolongadas si se alterna con semanas de baja carga de entrenamiento.

Apoyo neurológico y reducción de niebla mental

Dosificación: dosis terapéutica de 2 cápsulas al día (1.200mg), una en la mañana y otra a media tarde. En situaciones de fatiga mental intensa, deterioro cognitivo leve o estrés prolongado, puede considerarse una dosis avanzada de 3 cápsulas al día (1.800mg).

Frecuencia de administración: la primera toma debe hacerse en ayunas al despertar. La segunda (y tercera si aplica) preferentemente entre comidas, nunca antes de dormir para evitar posibles efectos estimulantes en personas sensibles. No combinar con otros precursores glutamatérgicos en la misma toma.

Duración total del ciclo: uso recomendado por 10 semanas. Luego reducir a 1 cápsula diaria durante 4 semanas como mantenimiento. Puede utilizarse cíclicamente con 2 semanas de pausa entre ciclos.

Detoxificación hepática y regeneración antioxidante

Dosificación: dosis estándar de 2 cápsulas al día (1.200mg), divididas entre mañana y tarde. En protocolos de detoxificación activa o bajo tratamiento farmacológico prolongado, puede usarse dosis avanzada de 3 cápsulas diarias (1.800mg).

Frecuencia de administración: la primera cápsula debe tomarse en ayunas y la segunda entre comidas. Si se usa una tercera dosis, colocarla antes de acostarse, separada al menos 2 horas de la cena. Tomar con abundante agua para facilitar el transporte hepático y renal.

Duración total del ciclo: ciclo de 8 a 10 semanas en fases de detoxificación intensiva. Puede repetirse hasta 3 veces al año con pausas de 2 a 3 semanas. En fase de mantenimiento, reducir a 1 cápsula diaria durante 30 días.

Soporte durante ayuno o restricción calórica

Dosificación: 1 cápsula (600mg) en ayuno prolongado como dosis de soporte. En protocolos de ayuno intermitente o dietas cetogénicas, aumentar a 2 cápsulas diarias (1.200mg) distribuidas entre el inicio y el final de la ventana de alimentación. Para ayunos prolongados de más de 24h, puede usarse una tercera cápsula (1.800mg total) espaciada 6 horas.

Frecuencia de administración: tomar siempre en ayunas para aprovechar la estabilidad y biodisponibilidad en contexto de bajo metabolismo digestivo. Puede combinarse con electrolitos y agua pura, sin interferir con la autofagia.

Duración total del ciclo: uso intermitente según el protocolo de ayuno. Puede mantenerse de forma continua hasta por 3 meses en protocolos cetogénicos. No requiere pausas si la dosis no supera las 2 cápsulas diarias.

Apoyo en protocolos oncológicos o posquimioterapia

Dosificación: dosis terapéutica de 2 cápsulas al día (1.200mg), con posibilidad de subir a 3 cápsulas (1.800mg) durante periodos de recuperación o mucositis. La dosis debe ser individualizada según la tolerancia digestiva y el estado general del paciente.

Frecuencia de administración: tomar en ayunas, con abundante agua. Separar de medicamentos inmunosupresores o terapias dirigidas al menos 2 horas para evitar interferencias. Evitar su uso junto a suplementos con fuerte acción inmunoestimulante si hay tratamiento activo en curso.

Duración total del ciclo: protocolo prolongado de 12 semanas, seguido de 2 semanas de pausa. Puede retomarse si hay continuidad de tratamiento o en fases de soporte inmunológico posterior. En casos sensibles, mantener 1 cápsula diaria como fase de protección prolongada.

Integridad intestinal y regeneración epitelial

Carnosina de Zinc: es esencial para la regeneración de la mucosa intestinal, ya que participa en la proliferación celular, la reparación de uniones estrechas (tight junctions) y la inhibición de la translocación bacteriana. Potencia el efecto de la N-acetil glutamina en el restablecimiento de la barrera intestinal, especialmente en contextos de permeabilidad elevada o inflamación local.

Butirato de sodio: actúa como fuente directa de energía para los colonocitos y modula la expresión de genes involucrados en la homeostasis de la mucosa intestinal. Su sinergia con la N-acetil glutamina mejora la reparación tisular, la inmunotolerancia intestinal y el equilibrio microbiano, potenciando los efectos restauradores sobre el epitelio.

Función inmunológica y modulación inflamatoria

Vitamina D3 (colecalciferol): modula la respuesta inmune innata y adaptativa, promoviendo la tolerancia inmunológica en la mucosa y reduciendo la inflamación crónica. Su combinación con N-acetil glutamina mejora el perfil de citoquinas antiinflamatorias y fortalece la función inmunológica sin causar sobreestimulación.

Quercetina (forma liposomal preferida): flavonoide con propiedades inmunomoduladoras que estabiliza los mastocitos intestinales y reduce la liberación de histamina y citocinas proinflamatorias. Aumenta la eficacia de la N-acetil glutamina al reducir la inflamación de bajo grado que perpetúa la disfunción intestinal.

Lactoferrina: glicoproteína con acción antimicrobiana e inmunorreguladora que actúa sobre el sistema inmune mucoso. Su inclusión en protocolos junto a N-acetil glutamina potencia la modulación inmunológica, particularmente en disbiosis con presencia de bacterias oportunistas o inflamación subclínica.

Producción de glutatión y defensa antioxidante

N-acetil cisteína (NAC): precursor directo del glutatión que actúa sinérgicamente con la glutamina derivada de la N-acetil glutamina para completar la síntesis de glutatión reducido (GSH). Esta combinación mejora la capacidad antioxidante intracelular y potencia la detoxificación hepática.

Selenio (selenometionina o selenito de sodio): cofactor indispensable para la enzima glutatión peroxidasa. Optimiza la utilización del glutatión intracelular generado a partir de la N-acetil glutamina, mejorando la neutralización de peróxidos lipídicos y la protección celular.

Ácido alfa lipoico (Na-RALA preferentemente): antioxidante redox que regenera glutatión, vitamina C y E. Su capacidad de reciclar antioxidantes permite una protección más prolongada frente al estrés oxidativo, reforzando el rol de la N-acetil glutamina en la protección de tejidos sensibles como intestino, hígado y cerebro.

Soporte neurológico y modulación del eje intestino-cerebro

Magnesio (bisglicinato o treonato): esencial para la síntesis de neurotransmisores y para la modulación del sistema nervioso autónomo. Aumenta la eficacia de la N-acetil glutamina en la producción de GABA y glutamato equilibrado, facilitando la función cognitiva, el estado de ánimo y la estabilidad emocional.

L-teanina: aminoácido que promueve la producción de GABA en el sistema nervioso central, potenciando el efecto calmante de la glutamina sin generar sedación. Su sinergia con la N-acetil glutamina favorece la reducción de la ansiedad asociada a disfunción intestinal o estrés fisiológico.

Citicolina (CDP-colina): mejora la síntesis de fosfolípidos neuronales y la transmisión colinérgica. Su inclusión en protocolos de soporte cognitivo junto a N-acetil glutamina refuerza la función sináptica, la neuroplasticidad y la claridad mental en contextos de inflamación sistémica o disbiosis.

Preservación muscular y recuperación física

L-leucina (o mezcla de BCAAs con alto contenido de leucina): estimula la vía mTOR para la síntesis proteica muscular. Complementa la acción de la N-acetil glutamina en la prevención del catabolismo y en la recuperación de tejidos después del ejercicio o en estados catabólicos.

Creatina monohidratada: mejora la disponibilidad energética en tejidos musculares y cerebrales. Su inclusión en combinación con N-acetil glutamina mejora la capacidad de recuperación muscular, la hidratación celular y la síntesis proteica bajo condiciones de estrés físico.

Taurina: modula la contractilidad muscular y protege frente al daño oxidativo durante el esfuerzo físico. Su acción sinérgica con la N-acetil glutamina mejora la resistencia al estrés, la función mitocondrial y la recuperación post-entrenamiento o en estados de enfermedad crónica.

¿Se debe tomar la N-acetil glutamina con o sin alimentos?

La N-acetil glutamina se absorbe de forma más eficiente cuando se toma con el estómago vacío, ya que su paso por el tracto digestivo no se ve interferido por proteínas o grasas que puedan competir por el transporte intestinal. Se recomienda tomarla al menos 30 minutos antes de las comidas o 2 horas después, especialmente si se busca un efecto intestinal, neurológico o inmunológico más marcado. Si hay sensibilidad gástrica, puede tomarse con una comida ligera sin reducir significativamente su eficacia.

¿Cuántas veces al día se puede tomar?

La frecuencia ideal varía según el objetivo terapéutico. Para uso general o mantenimiento, una cápsula diaria puede ser suficiente. Para efectos terapéuticos en intestino, sistema inmune, musculatura o fatiga crónica, se recomienda dividir la dosis total diaria en 2 o 3 tomas, permitiendo una liberación más sostenida y niveles plasmáticos más estables. Esto también reduce la posibilidad de molestias digestivas leves asociadas a dosis altas únicas.

¿Puede tomarse por la noche?

No es lo más recomendable en la mayoría de los casos, ya que la N-acetil glutamina puede convertirse en glutamato y modular la actividad cerebral. En personas sensibles, esto podría interferir con la calidad del sueño, especialmente si se consume cerca de la hora de acostarse. Sin embargo, si el objetivo es soporte inmunológico o recuperación post-entrenamiento, puede tomarse a media tarde sin problemas. Para personas que la toleran bien, una dosis nocturna puede ser útil para reparar el tejido durante el sueño, siempre que no haya alteración del descanso.

¿Qué sucede si se toma con proteínas?

Tomarla junto a comidas altas en proteínas puede disminuir su absorción competitiva, ya que comparte transportadores con otros aminoácidos. En esos casos, la eficacia intestinal o neurológica podría verse reducida. Lo ideal es separarla de comidas proteicas para asegurar su disponibilidad biológica y permitir una conversión más eficiente a glutamina libre.

¿Puede combinarse con glutamina libre?

Sí, aunque no siempre es necesario. La N-acetil glutamina se convierte en glutamina de forma más lenta y estable, mientras que la glutamina libre actúa de forma rápida pero tiene menor estabilidad en el sistema digestivo. Combinarlas puede ser útil en protocolos avanzados, donde se busca una acción inmediata junto con un efecto sostenido, como en recuperación postquirúrgica, mucositis, o entrenamiento de alta intensidad.

¿Tiene efectos estimulantes?

No directamente, pero al modular la producción de neurotransmisores como glutamato y GABA, algunas personas pueden sentir un leve aumento de la concentración, alerta o claridad mental. No es un estimulante en sentido clásico (como la cafeína), pero sí puede mejorar la función cognitiva. En individuos muy sensibles, una dosis elevada podría generar excitabilidad si hay desequilibrio en el metabolismo glutamatérgico.

¿Cuánto tiempo tarda en hacer efecto?

Depende del objetivo. Para efectos digestivos e inmunológicos, los beneficios pueden comenzar a observarse en 7 a 10 días, aunque la reparación de la mucosa intestinal suele requerir de 4 a 8 semanas. Para mejora en la energía, claridad mental o recuperación muscular, los efectos pueden notarse antes, especialmente si hay deficiencia previa de glutamina. Su acción completa suele consolidarse con el uso continuo en ciclos de al menos 2 a 3 meses.

¿Puede causar molestias digestivas?

En general es bien tolerada, pero en personas sensibles, dosis altas (más de 1.800mg/día) pueden causar molestias leves como hinchazón, náusea o sensación de calor abdominal. Estos efectos suelen disminuir al fraccionar la dosis o al reducir la cantidad temporalmente. En personas con daño intestinal severo, comenzar con dosis bajas e ir aumentando progresivamente suele evitar cualquier incomodidad.

¿Es útil durante el ayuno?

Sí, es una excelente opción durante protocolos de ayuno intermitente o prolongado. No aporta calorías significativas ni rompe la autofagia, y ayuda a preservar masa muscular, estabilizar el estado mental y reducir la fatiga. Además, mejora la tolerancia al ayuno en personas con hipersensibilidad intestinal, ya que protege la mucosa incluso en ausencia de alimentos. Se recomienda tomarla con electrolitos y agua pura en estas fases.

¿Puede mejorar el sueño?

Indirectamente sí, si el insomnio está vinculado a inflamación intestinal, estrés oxidativo o ansiedad leve. Al modular GABA y reforzar la barrera intestinal, puede reducir activación simpática y mejorar la calidad del sueño. Sin embargo, no es un sedante ni debe usarse como tal. Si se busca un efecto relajante, puede combinarse con magnesio, teanina o GABA en horarios adecuados.

¿Es segura para uso prolongado?

Sí, puede utilizarse por varios meses seguidos sin riesgo de acumulación ni toxicidad. La forma acetilada permite un metabolismo progresivo y eficiente. En protocolos intensivos, se recomienda realizar pausas de 2 semanas cada 12 semanas de uso continuo para mantener la sensibilidad celular y facilitar una reevaluación del estado intestinal, inmunológico o metabólico.

¿Puede tomarse junto con antibióticos?

Sí, y de hecho es muy útil como apoyo durante y después de tratamientos antibióticos. Ayuda a reducir el daño a la mucosa intestinal, protege frente a la disbiosis inducida y apoya la regeneración epitelial. Lo ideal es espaciar la toma al menos 2 horas del antibiótico para evitar interferencias con la absorción. Su uso conjunto con probióticos potencia la restauración de la microbiota.

¿Genera dependencia o tolerancia?

No. La N-acetil glutamina no interactúa con receptores adictivos ni genera tolerancia progresiva. Su efecto está ligado a su conversión metabólica y al uso fisiológico de glutamina en múltiples tejidos. Si se suspende, no hay efectos de rebote, aunque sí puede haber una disminución gradual de los beneficios si no se mantiene por otros medios dietéticos o terapéuticos.

¿Puede interferir con otros suplementos?

En general no interfiere, pero debe evitarse su ingesta simultánea con aminoácidos en altas dosis (como BCAAs) que puedan competir por transporte intestinal. También debe separarse al menos 1 hora de quelantes minerales como el calcio o el zinc en dosis altas, que podrían modificar la absorción o el pH local. Fuera de estas situaciones, su combinación con otros suplementos es segura y, en muchos casos, sinérgica.

¿Es útil en dietas cetogénicas?

Sí, se adapta perfectamente a dietas cetogénicas. No aporta carbohidratos y puede ser muy útil para preservar masa muscular, apoyar la función intestinal y mejorar la concentración durante la fase de adaptación a la cetosis. También reduce la fatiga durante el ejercicio al proporcionar un sustrato metabólico alternativo que no rompe el estado cetogénico.

¿Tiene impacto en el sistema hormonal?

No de forma directa, pero puede apoyar el equilibrio hormonal al reducir inflamación intestinal, mejorar la absorción de micronutrientes y facilitar la detoxificación hepática. Estos procesos influyen en la salud del eje HPA, tiroides e incluso en el metabolismo de estrógenos. Su uso en combinación con otros reguladores hormonales puede potenciar resultados en condiciones como síndrome premenstrual, fatiga adrenal o disfunción tiroidea leve.

¿Sirve para personas con SIBO?

Sí, aunque debe usarse con estrategia. En casos de SIBO, la N-acetil glutamina ayuda a reparar la mucosa y reducir la inflamación causada por la sobrepoblación bacteriana. Sin embargo, al modular la función inmune local, puede inducir cambios en la microbiota. Se recomienda combinarla con un protocolo de reducción bacteriana y motilidad intestinal adecuada, evitando su uso aislado en fases de proliferación activa.

¿Puede utilizarse en niños o adolescentes?

Aunque la N-acetil glutamina es segura como aminoácido, las dosis deben ajustarse al peso y las necesidades específicas. En niños con problemas digestivos, inmunológicos o neuroinflamatorios, su uso ha mostrado beneficios, pero debe hacerse con orientación adecuada para evitar una dosificación excesiva o combinaciones inapropiadas con otros nutrientes.

¿Es útil en enfermedades autoinmunes?

Sí, especialmente en aquellas donde hay compromiso de la mucosa intestinal o del sistema inmunológico innato, como en enfermedad celíaca, lupus, tiroiditis de Hashimoto o artritis reumatoide. La N-acetil glutamina ayuda a reducir la inflamación de bajo grado, mejorar la integridad de la barrera intestinal y modular la respuesta de linfocitos, lo que puede traducirse en menos exacerbaciones y mayor estabilidad sistémica.

  • Conservar el producto en un lugar fresco, seco y protegido de la luz directa, idealmente por debajo de los 25 °C.
  • Evitar exponer el envase a fuentes de calor o humedad, ya que puede degradar la integridad de la forma acetilada.
  • No refrigerar salvo que la fórmula específica lo indique, ya que puede formarse condensación al abrir el envase.
  • Mantener el frasco bien cerrado para evitar oxidación o contaminación por humedad ambiental.
  • Consumir con el estómago vacío para asegurar una mejor absorción intestinal y evitar interferencias con otros aminoácidos presentes en los alimentos.
  • No tomar al mismo tiempo que suplementos con altas dosis de proteínas, ya que puede competir por los mismos transportadores intestinales.
  • Espaciar al menos 1 hora respecto a la ingesta de calcio, hierro, magnesio u otros minerales en dosis altas, para evitar interacción en la absorción.
  • En caso de molestias digestivas leves, dividir la dosis en dos tomas o reducir temporalmente la cantidad diaria.
  • Evitar el consumo nocturno si se presentan alteraciones del sueño, especialmente en personas con alta sensibilidad neurológica.
  • No abrir las cápsulas ni disolver su contenido en líquidos calientes, ya que puede afectarse la estabilidad de la molécula.
  • Durante protocolos prolongados, se recomienda realizar pausas breves cada 10 a 12 semanas para preservar la eficacia del suplemento.
  • En personas con insuficiencia renal avanzada o restricciones severas de nitrógeno, ajustar la dosis según tolerancia individual.
  • No consumir junto con suplementos que actúen como precursores directos de glutamato en dosis altas si se es propenso a excitabilidad neuronal.
  • Mantener fuera del alcance de niños pequeños para evitar consumo accidental de dosis no adecuadas.
  • Almacenar lejos de la cocina, baño u otras zonas donde la humedad o temperatura puedan fluctuar de forma constante.
  • No se recomienda su uso en personas con encefalopatía hepática activa, ya que puede aumentar la carga nitrogenada y modular el equilibrio amoniaco/glutamato.
  • Evitar en casos de insuficiencia renal crónica avanzada no controlada, donde la eliminación de productos nitrogenados está comprometida.
  • No debe utilizarse en combinación con fármacos que actúen como potenciadores glutamatérgicos en personas con epilepsia no estabilizada, debido a la posible influencia sobre los niveles de glutamato.
  • En casos de esquizofrenia o trastornos psicóticos con desequilibrio glutamatérgico documentado, su uso debe estar cuidadosamente monitoreado, ya que podría modular la neurotransmisión excitatoria.
  • No se recomienda su administración simultánea con dosis muy altas de glutamina libre si existe riesgo de sobreestimulación del eje glutamato-GABA en personas neuroquímicamente sensibles.

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Este producto no está destinado a diagnosticar, tratar, curar ni prevenir ninguna enfermedad. Los efectos pueden variar entre individuos según factores como edad, genética, estado de salud y estilo de vida. La información proporcionada tiene fines educativos y no debe interpretarse como un consejo médico o terapéutico personalizado. Las declaraciones aquí mencionadas no han sido evaluadas por autoridades sanitarias y están destinadas únicamente a informar al consumidor sobre el producto y su uso potencial.