Control del apetito

Indicados para regular los mecanismos de hambre y saciedad, optimizar el metabolismo energético y promover un equilibrio saludable entre el consumo calórico y las necesidades del organismo.

Contribuyen a:

  • Modulación de hormonas del hambre y saciedad: Regulan niveles de grelina, leptina, GLP-1 y PYY, favoreciendo una sensación de saciedad prolongada y disminuyendo los picos de hambre.
  • Estabilización de la glucosa en sangre: Reducen los picos de insulina y evitan caídas bruscas de azúcar que pueden desencadenar antojos.
  • Optimización del metabolismo lipídico: Promueven la oxidación de grasas y reducen la acumulación de tejido adiposo, ayudando a mantener un peso equilibrado.
  • Regulación del sistema nervioso central: Influyen en los neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, reduciendo el hambre emocional y mejorando el control impulsivo sobre la alimentación.
  • Aumento de la termogénesis: Estimulan el gasto calórico mediante la activación de la termogénesis, reduciendo la sensación de hambre al tiempo que incrementan el consumo energético basal.
  • Promoción de la salud intestinal: Mejoran la microbiota intestinal, lo que impacta positivamente en la regulación del apetito mediante la producción de metabolitos como el butirato.
  • Reducción del estrés y ansiedad: Disminuyen los niveles de cortisol y el estrés asociado al hambre emocional, favoreciendo un comportamiento alimenticio más consciente.